Anunciaba que "A la política le sobra ruido, testosterona y proclamas de tuit fácil". Noelia Igareda, investigadora en el grupo feminista Antígona de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), aclaraba que por culpa de las redes en este caso Twitter no sólo se juzgaba a la alcaldesa por sus decisiones sino por temas personales que no tiene por qué consentir.
Ella como muchas otras que dedican su labor a una mejora se ven atrapadas y acosadas por aquellos que no saben valorar su trabajo y se centran en molestarlas y acosarlas consiguiendo que se tengan que desprender como es en este caso de una red social por la que muestra sus opiniones y las defiende; les restringen su libertad de expresión.
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